jueves, 29 de diciembre de 2011

EL TIEMPO DE DIOS ES AHORA

El tiempo de Dios para tu demostración es ahora!
El tiempo en que Dios desea que seas curado es ahora!
El tiempo en que Dios quiere que seas próspero es ahora!
El tiempo en que Dios desea que tengas tu hogar adecuado es ahora!
El tiempo en que Dios quiere que estés en tu Lugar Verdadero es ahora!
La Biblia dice que el Día de tu Salvación es ahora!. Dios está listo en el momento en que tú lo estás!!
No hay nada por lo cual esperar, excepto el cambio de tu propia conciencia.....
Emmet Fox
 
 

Bendiciendo el BIEN

Cada vez que estemos pasando una apariencia, una situación a la que no se le encuentre salida, algo que no se comprenda, podemos decir en silencio o en voz alta:
"BENDIGO EL BIEN EN ESTA SITUACIÓN, LO DECLARO Y LO QUIERO VER" Gracias Padre.

CÚRATE A TI MISMO

Ante cualquier temor a enfermarte o alguna enfermedad di primero: 
"Yo no acepto esto, ni para mí, ni para nadie"
Luego repite:
"Yo soy Salud porque Dios es Salud y le digo a todo virus fuera de aquí, tú no tienes poder sobre mí, ni sobre nadie. Por el más grande Poder de Dios en mí te digo, disuélvete, vuélvete Luz, Luz Salutífera, Luz de Salud, Luz de Dios"
Si a esta invocación la acompañas visualizando una Luz de Color Verde alrededor de todo tu cuerpo o de la persona que tenga la apariencia de enfermedad, aligerarías todo el proceso de sanación de forma sorprendente.

La Meditación de hoy jueves 29/12/2011

La Divina Presencia de Dios en mí piensa, siente, actúa y decreta: “YO SOY” La Magna y Todo Poderosa Presencia de Dios, atrayendo hoy jueves a mi mundo, el Rayo Verde de la Verdad, la Música, la Curación, la Sanación y Ciencia Espiritual, desde la Quinta Esfera Verde del Gran, Gran, Gran Sol Espiritual Central y desde mi Cuerpo Causal. Mi día hoy es un día de Llama Verde. Gracias Padre!!!!

La Madre María es la pureza de sentimientos que debemos tener para que Cristo pueda nacer en nosotros. La Presencia de María dentro de nosotros nos embellece, nos cambia, llenándonos de amor y produciendo el milagro de la curación en nuestro cuerpo. La presencia de María nos hace sensibles y afectivos, decididos a prestar ayuda donde se requiera.
"YO VIVO PARA HACER EL BIEN A LOS SERES HUMANOS QUE ME RODEAN"